Escribir puede ser un viaje hacia el centro de uno mismo. Un despellejarse y ofrecerse en carne viva. Una forma de liberación. Esa liberación que nos hace esclavos de la libertad, porque ya no es posible concebir otra forma. Escribir puede ser santo, muerte, vísceras, sangre, confesión, locura, demonios, eternidad. Escribir puede romper las reglas de las estructuras y atravesar el tiempo si tenemos el ímpetu y la valentía. O puede ser nada más que un epitafio.









jueves, 31 de octubre de 2013

XX

Suspendido en la distancia
entre la mirada y el horizonte
con una sombra duplicando el vuelo
y toda esa presencia intacta
La inmensidad danza a la mañana
con un violín atacando
la forma de la magia
Una ráfaga de dudas
lo salpica en forma de vértigo
y un coro le explota en alabanzas
Desciende a lo pequeño
cada vez que suelta su traje y su corbata
cada vez que anida en los techos del silencio
para encontrar el hilo
que une el infinito con lo bello

domingo, 13 de octubre de 2013


Recalculando la palabra silencio
ubicando sus formas desahuciadas
en un nuevo sentido
más allá de las calles oscuridad y destino
Hay un nuevo plano de avenidas y pájaros
envolviendo las sombras
Con un sol montaña en el oeste
y unas figuritas brillantinas
en el alma
La palabra vacío explotó su sentido
y no cabe en ningún renglón
ni el miedo, ni la muerte
No se han hecho presentes aún
las nuevas formas
del papel y los colores,
de la magia de sonidos,
de los latidos del ritmo.
Pero aún tengo lo sagrado...

Intento

Si viniera hacia mi
como sendero
como pan semilla
como dios vertiente
como ladera arbolada
y me dijera:
"la voz de tu oscuridad
es la miel de tu mirada"
Si justo aquí, donde estoy
se plantara a mis pies
y jugara a abrirse paso
en los fortuitos maremotos
de mis letras
Si la frente no arrugara sus entrañas
si su boca absorbiera el fracaso
de mi lengua brava
Si cada sombra de mis silencios
lo elevara
No sabría si esperar
o soltar amarras

Sin curvas

Sin curvas en el cielo,
sobre un plano agónico,
con puntos alineados
en el borde interno de la soledad.
Un oscuro sonido,
una tempestad a ciegas,
la mentira gateando
entre dos golondrinas muertas.
Una brecha,
un sin fin de quizás y tal vez
acodados en la espera.
Hay una voz,
un grito,
que ya es
del otro lado

Nueva

He querido saber quien soy
ahora que los colores me sobran
y pinto de sombras
y rayos entrelazados
mi piel sin venganza.
La humilde copa de vino se alza
en recuerdo de mi manada,
corazón sin juicio.
No se bien qué letras siguen conmigo
con cuáles cuento.
¿Qué escribiré en este tiempo
en que he perdido mi estar perdida,
que no soy más que un intento,
el borde quieto de un mar embravecido?



Debilidad

El viento sopla en la columna
 no es el paso del tiempo
 el que da valor a lo débil
 sino la pequeñez del túnel
 ciñendo el paso.
 El temblor no para
 sigue acorralando las costillas
 hasta convertirlas en hamacas.
 Hubo una fiesta en el futuro
 en el que la risa no para de bailar.

Retorno

Abrir el juego
parir sensaciones en círculos
de voces y silencios

Abrir el juego
calibrar olvidos
y renunciar al terreno de lo perdido
La pinza del amarre convertida en polvo
el ancla cayendo hacia el cielo
en vuelo libre
el cabello convertido en timón
y las manos planeando otra escalada

Abrir el juego
verter un cúmulo de sueños
en una vigilia espesa
y colarles la razón
destilarles la savia

Abrir el juego
lamer de cada boca en llamas
la sonrisa
las verdades preñadas
los puntos suspensivos
los verbos delatados

Abrir el juego
huir de la palabra esclava
la que no se espeja
y vaciarse hasta encontrar
otra vez la cubierta

XIX

Voy a disparar un grito
como un verbo
montado en semillas
y bailotear en silencio
la excusa
de los amos

Esta boca, mi boca
me salva
cada vez que regresa
a mi oido
y me reza